La ética personal / profesional / política: los peligros del trabajo de campo y amistad en la era digital

 ¿Está buscando consejos sobre cómo cabrear a la gente, perder amigos y deshacer la buena voluntad que han pasado meses construyendo? Si es así, has venido al lugar correcto. En realidad, es mucho más fácil de lo que piensa, y es probable que ya lo ha hecho. Pero por si acaso, te voy a dar algunos consejos rápidos. Acaba de hacer una reunión íntima agradable con los amigos, tomar algunas fotos para que usted y todos tienen recuerdos agradables de la noche, y luego llegar a ser tan superar con buena sensación el deseo de compartir esa buena sensación con sus 543 amigos más íntimos - usted sabe, los que aparecerá en el listado de "amigos" en Facebook  - que decide publicar unas fotos (aún sin etiquetas) en Facebook.
Y entonces usted puede volver, atender a sus actividades normales, y esperar a la mierda a golpear el ventilador. Te lo prometo, no tomará mucho tiempo. Al menos no aquí en Guatemala, donde hay una gran cantidad de cautela sobre las redes sociales, sobretodo Facebook. En las últimas dos semanas, ha habido varias desapariciones y al menos un asesinato de los jóvenes (adolescentes y adultos jóvenes) que al parecer acordaron reunirse de personas a las que nunca habían conocido, excepto en Facebook.
Por lo tanto, esto es precisamente lo que hice la semana pasada. No pensar con claridad. No estoy seguro de por qué hice tal error monumental - la colocación de fotografías sin pedir permiso a todas las personas en primer lugar. Muchos de mis amigos aquí en Guatemala también son amigos de FB, y con algunos de ellos, casi la expectativa de que si no hacemos algo juntos y tomar fotos, todos vamos a publicar nuestras fotos en Facebook y la etiqueta de uno al otro. "Esto va en Facebook" , es una frase muy frecuente en nuestras reuniones. Muchos de nosotros en el movimiento de radios comunitarias usan Facebook para comunicarse cuando estamos en nuestros puestos respectivos, enviamos saludos a ser leído por el aire; yo uso el chat de Facebook para tratar de conversaciones y reuniones del plan.
La mayoría de las personas presentes en el evento en cuestión eran amigos de Facebook conmigo y con los demás. Yo con bastante regularidad, publico fotos de los eventos públicos, y, a veces etiqueto a uno o más de ellos (etiquetar a alguien que no aparece realmente en una foto en particular es una muy buena manera de asegurarse de que él o ella toma una mirada a la foto). Supongo que me he acostumbrado tanto al hecho de que la mayoría de mis amigos guatemaltecos quieren que sus fotos son publicadas en Facebook y quieren ser etiquetados que dejé que mi ética profesional y personal quedará sin efecto. Hice una suposición incorrecta de que todos querían compartir todo. Y no pedí permiso antes de publicar fotografías en lo cuales era posible identificar las caras de los individuos (no hay etiquetas, pero algunas de las fotografías de cerca).
No sólo ha habido desapariciones vinculadas a Facebook (yo agrego que no creo que "Facebook" o "redes sociales" es el único culpable, la gente joven en cuestión cada acordaron ir a un lugar relativamente lejano y conocer a una completa extraño - no es una buena idea, independientemente de si el extraño es alguien a quien has encontrado contestando a un pasado de moda "personales" anuncio en un periódico, o alguien a quien encontró en una red social como Twitter o Facebook), pero no ha habido política la violencia relacionada con las personas que divulguen información (o cree que la información divulgada) sobre las operaciones de narcotráfico en las redes sociales. Soy consciente de ello, e incluso intercambiaron algunos comentarios (a través de Facebook, por supuesto) sobre el tema con un colega en México.
Y así he recibido algunos mensajes instantáneos brusca, tras lo cual inmediatamente bajé todas las imágenes en cuestión, y luego algunos correos electrónicos de seguimiento. Por lo tanto, sin siquiera intentarlo, yo había logrado malestar profundamente algunas de las personas quienes me importan mucho, las personas que son amigos y compañeros de lucha. Pedí las disculpas a todos los presentes, y me sentí muy triste y avergonzado. No sé lo que puedo hacer para reparar el daño, sino para ser más vigilante en el futuro.